Acordes que suenan y mi pecho vibra al compás, tú lejos te vas y mi cigarro vuelvo a encender, no tengo noticias de ti, no tengo a dónde ir, mi pasaporte espera su llegada, para así poder irte a buscar. Tus palabras extraño, tu voz sigo escuhando, cerca de mí siempre vas a estar, pero mi cigarro vuelvo a encender. Un escalón más sigo bajando, aunque intente subir, espero tu llamado, y el teléfono no volvió a sonar. Triste hoy estoy, pero a Zarzaquemada yo he de llegar...
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