Acabo de matar a un alma, nunca lo había hecho, fue una sensación muy rara, indescriptible con palabras, fue muy reconfortante también, ya que me saqué un peso de encima. Pero ¿Porqué matarlo?...
Te sientes libre, pero culpable a la vez, no pensé solo actué, cosa que nunca hago, por eso me siento culpable, es mejor perdonar que terminar siendo un asesino de almas...
Lo necesitaba, pero no hacía falta, con solo dar la vuelta e irse, era suficiente.
Ya no podré ser lo que siempre desee, seré solo un alma perdida más en este mundo...
Magia, si puede ser, pero revivir un alma no es cosa de todos los días, puede generar muchas guerras, que pueden durar miles de años, ya no quiero pelear más, ya no quiero volver a sacar mi espada y mandar almas malignas al infierno, ni ángeles al Cielo. Luché para las dos partes, y ninguna me dio lo que quería, ser un hombre...
Solo pude ser lo que ahora soy, un alma maldita llena de magia que no quiere usarla, para no hacer mas daño.
Mi último deseo fue cumplido, pero no fue bueno, no encontré respuesta a lo que le dije, solo un gracias, te quiero, te voy a extrañar...
Ya decidí... Volveré a donde pertenezco, volveré a mi Jardín...
