Tan Grande Como Tan Chiquito

Lo observo, lo veo y pienso como alguien puede vivir en este pueblo.

Mi imaginación fue más allá de este rumbo, sin mapa sin guía, mi corazón solo relata.
Abro la boca para decir estas palabras, que mis pulmones están por decir basta.

Desde la cima del mundo lo escucho, y siento como con mi mano lo esculpo.

Lo culpo, lo abrumo, pero de nada sirve si nosotros somos inmundos.
Nací brujo, bajo la caída del muro, sin rumbo y armando mi nuevo mundo.
Como de la Pachamama he nacido, pues yo mi cuerpo le he ofrecido.
Basta, para, que hoy la luz un poco me agrada, me abraza.
Si las plantas no son tantas. ¿Pues porque entonces las talan?

Si hoy todo es destrucción, degradación, revolución. ¿Porqué yo necesito solo un empujón?

Revienta, calienta, ahuyenta, molesta, ¡ESPERA!... Solo queremos saber a quien alimenta.
Yo te premio con mi miedo, yo te aseo con mi amuleto.
Sueño con mi tierra, la que alimenta mi penas, es solo una perra, pero con 5 piernas.
Yo me actualizo sobre el mundo, me paralizo y me hundo.
Miles de indios, desapareciendo frente a mil líos.

Pelea, anhela y vuela, que en esta era solo somos de una manera.
Un cambio abrupto, corrupto solo pudo crear este punto y a este adulto.
Yo soy muy preciso y listo, sobre este piso escribo este hechizo.

Con alimento balanceado, yo me entretengo. Ella me comenta como se alimentan.
Antes del diablo, ahora del mundo, si yo no hablo, no hay rumbo.
De la tierra del indígena, hasta las manos del alienígena.
Primero como avena, después en la vena y te envenena.
Ahora solo me queda jugarlo, terminarlo y tratar de no embarrarlo.
En este camino sombrío, respiro con alivio.
Dentro de la taberna se prende una linterna, una pierna moderna enciende mi llama interna.
Tierna, inferna, extrema, me gobierna y me altera.

Caigo en la acera, es una tontera, solo pegué sobre mi esfera.