Allí estaba, sentado solo esperando a que llegue, fumando un cigarrillo y hablando con las estrellas. No entiendo como empezó todo, pero es irrefutable que me fascina. A lo lejos su vestido muestra su correr, suave y desesperado. Aprecié su rostro, sonreí y algo más sentí...
Al otro lado del mundo yacía una encrucijada casi indescifrable que lo decía todo a simple vista. Ella desplegó sus alas y él camino con su cabeza gacha esperando que no lo reconociese. Triste por el hecho dio media vuelta y emprendió la retirada. Con su flor entre su boca y su paciencia desperdiciada. Nada vale, nada tiene final, mucho es nada y la nada lo es todo.
Las palabras del pasado se repiten, los hechos del pasado se repiten, nunca mejoramos siempre nos engañamos. Yo tengo mi religión, mi política, mi mundo y es por eso que siento que lo mío es real y nunca va a repetirse ni arrepentirse.
Envuelto en soledad me siento mejor acompañado... Un techo de estrellas que sonríen y una Luna que espera verme en el futuro.
Engendro de este mundo nativo de las maravillas, mi cuerpo empezó a transformar el sueño en realidad.
... Y es por eso que algo sentí. Ya no estoy solo. Vagando por los jardines oscuros y desolados allí la encontré...